Parece una tontería, pero no lo es. Cada vez es más fácil
porque hay más países que han incorporado los chips y los códigos secretos,
pins y demás chorradas a las tarjetas de crédito y de débito. Pero hasta hace
bien poco y en muchos locales, aún ocurre, en Austria no se puede pagar con una
tarjeta española normal y corriente.
Me explico. En Austria, la máquina para pagar con tarjeta es
un poquito diferente a las, hasta ahora, normales en España (o en otros países
de como México, Chile o Argentina). Es decir, no son de esas que pasas la
tarjeta por un lado del aparato y después firmas un recibo. Nada de eso. Aquí
hay que insertar la tarjeta, después marcar tu pin secreto (que es el del
cajero automático) y luego comprobar que la cantidad es correcta y confirmarla.
Así se paga.
Entonces tú llegas con tu vieja tarjeta de toda la vida… y
no te comes un colín. Tú la metes en la ranura y el aparato no la reconoce ni
queriendo. Pero hay truco.

En cuanto a las tarjetas nuevas, el procedimiento es el
mismo. La metes hasta el fondo. Bien. Y luego marcas el pin del cajero y
confirmas. Ya está. Ya has pagado.
Cuento esto porque el 100% de las veces es un circo. El
encargado no sabe usar la tarjeta extranjera, como no la mete bien, no la lee,
te la devuelven y no tienes como pagar… y el cajero automático cobra comisión
por sacar efectivo, así que, no preguntéis, no discutáis. Decid que vais a
pagar con tarjeta del tipo que sea y metéis bien la tarjetita hasta el final y
no habrá problema.
He visto a tantos turistas irte tristes por no haber podido
pagar sus compras… que lo mejor es aclarar este tema ahora que estamos a tiempo.
Espero que os sea útil.
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